OCE, Informativo Resistencia Civil # 3. Marzo 2008
Nuevamente de manera antidemocrática el Gobierno de Uribe y la Administración Wasserman modifican aspectos sustanciales de la vida académica de la Universidad Nacional sin consultar la voluntad de los distintos estamentos de la universidad. El 26 de noviembre de 2007 cuando la comunidad Universitaria comenzaba la fase de exámenes finales, el Consejo Superior Universitario aprobó el Acuerdo 033, el resultado: una nueva reforma académica. Es una constante de este período la ausencia de espacios de discusión, con permiso académico y sin clases que posibilite a la comunidad universitaria deliberar a profundidad las iniciativas que buscan modificar las actuales condiciones que rigen la vida académica.
¿Pero cuál es el contenido de esta iniciativa? Una idea que irradia toda la reforma es la implementación de las denominadas “competencias académicas, ciudadanas y laborales”. Estas son las nuevas categorías pedagógicas que busca implementar el Banco Mundial, la UNESCO y el BID a través del Ministerio de Educación en todos los niveles de la educación. Ya lo han hecho con la educación primaria y secundaria, ahora llego el momento para la educación superior. El Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010, duramente combatido el año anterior, disponía: “En el nivel superior, se iniciará la implementación de los estándares de competencias, los cuales se evaluarán a través de los ECAES.” A lo largo del Acuerdo 033 es común la expresión “habilidades y destrezas”, lenguaje que es propio a este tipo de categorías pedagógicas que desconocen los altos niveles científicos que debe tener la educación superior y facilitan la posibilidad de homologar los contenidos de los programas curriculares. Es patente la manera como pretenden adecuar a las universidades: incluyen en sus contenidos las competencias o los estudiantes terminan sacando resultados no satisfactorios en el ECAS, hecho que tenderá a aumentar la presión sobre los establecimientos de educación superior para modificar sus programas.
Las competencias se descomponen en materias como “lecto-escritura”, “aprender a aprender”, “aprender a resolver problemas”, “adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado laboral” entre otras. Es importante tener unas buenas bases para estudiar en la Universidad, pero ese no puede ser un argumento para desmejorar los programas de cada una de las carreras, disminuir su duración o eliminar las materias básicas. Esta reforma se relaciona con el papel que entrará a jugar la educación pública en el futuro del país: se dedicará a formar la mano de obra barata que deberá adaptarse a las condiciones de inestabilidad laboral que ofrecerán las multinacionales y los monopolios nacionales, cuyos vínculos sobre la nación se fortalecerán con la suscripción y ratificación de los tratados de libre comercio.
Para el 30 de abril deben estar listos los proyectos de las reformas académicas en cada una de las facultades, por eso invitamos a la comunidad académica a estudiar de manera crítica esta iniciativa para relacionarla con la Reforma al Estatuto Estudiantil, a tener presente la defensa de la autonomía universitaria en las discusiones que deberán adelantarse en cada una de las facultades y si es preciso a ejercer la protesta masiva por defender la libertad de cátedra y el conocimiento científico.